Por Andrea Bonnet

En Resistencia fueron varias cuadras de personas las que marcharon en defensa de las universidades públicas y de un mayor presupuesto para la educación. Con banderas argentinas, libros en alto y carteles con leyendas muy diversas y emotivas, miles de personas caminaron casi unas 20 cuadras en total. El recorrido inició por avenida Las Heras, frente al Campus de la UNNE en Resistencia, continuó por avenida 9 de Julio donde se sumaron grupos de la comunidad educativa de UTN Resistencia y al llegar a la Plaza 25 de Mayo se leyó el documento conjunto y se entonó el Himno Nacional Argentino. Luego, un grupo más reducido caminó hasta la sede de UTN en French y Ayacucho. 

Se trató de una movilización pacífica y muy sentida, ya que muchas personas que asistieron a la marcha son graduadas de la universidad pública, docentes, trabajadores, jubilados o estudiantes. A todas ellas, de alguna u otra manera, les impacta el desfinanciamiento de la educación superior que impulsa el gobierno nacional. Esta gran movilización fue la réplica a nivel local de la Marcha Federal Universitaria, una manifestación colectiva y muy masiva que se hizo escuchar en todo el país. 

«El balance es muy positivo, estamos muy felices, fue multitudinaria y conmovedora, con una importante participación de la Universidad Nacional del Nordeste y también de la Universidad Tecnológica Nacional»,  señaló a Prisma TIC la secretaria general de ADIUNNE, Marina Stein. Ella condujo, de alguna manera, esa gran marea de personas que se movilizó. Stein es doctora en Biología e investigadora adjunta del CONICET. Además  es profesora adjunta con dedicación exclusiva en el Instituto de Medicina Regional y profesora adjunta dedicación simple en la Facultad de Humanidades de la UNNE. 

Agradeció el acompañamiento de organizaciones gremiales nacionales y locales, de movimientos sociales, partidos políticos y de la comunidad en general. «Íbamos caminando y la gente se iba sumando en el camino», destacó Stein. A la vez que detalló que «desde Corrientes vino una caravana importante, de unos tres kilómetros, con varios vehículos y cinco colectivos llenos». Además, la representante de ADIUNNE agregó: «Marchamos de manera pacífica con distintas organizaciones y colectivos sociales, la movilización fue muy diversa en todos los sentidos». 

Expectativas tras la marcha federal

Prisma TIC consultó acerca de qué se espera que suceda luego de la masiva movilización en todo el país. «Esperamos que esto sea observado positivamente por el gobierno nacional, para que sean convocadas las distintas partes al diálogo y que se revierta esta situación de ahogamiento presupuestario a las universidades», explicó Stein. Para la docente e investigadora los últimos anuncios no fueron suficientes. «Ese 70 por ciento de incremento para el funcionamiento representa sólo el cuatro por ciento del total del presupuesto universitario y en términos nominales es un 2,2 por ciento más que no impacta en todo lo que necesitamos para seguir funcionando normalmente».

Reclamo nacional en defensa de las universidades 

El documento leído en el acto de Resistencia fue el mismo que se compartió en las demás ciudades donde la marcha federal tuvo su réplica. «La universidad pública: base de la democracia y el desarrollo social» es el título del texto de tres páginas que se consensuó para la movilización. Allí se describe la situación crítica que atraviesan las universidades como consecuencia de las políticas implementadas por el gobierno nacional. 

Una parte señala que las universidades públicas son uno de los motores de la democracia, la producción y los lazos sociales y que han sufrido un fuerte ajuste en términos reales en los denominados gastos de funcionamiento; la partida que mes a mes el Poder Ejecutivo envía a las universidades para que puedan funcionar (mantener edificios, realizar obras, sostener programas de becas, residencias y comedores, incentivar el desarrollo científico, financiar hospitales, laboratorios y proyectos de investigación, y pagar servicios básicos, alquileres, seguros y la protección de sus sedes). También se consigna que las universidades han llegado a marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a valores de septiembre de 2022. 

Consideran que el incremento del 70 por ciento de las partidas, dispuesto para marzo, más el reciente anuncio, de un 70 por ciento adicional, constituyen un aliciente aún insuficiente con una inflación  de un 300 por ciento en el mismo período de tiempo. También, se resalta que las obras del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria, que habilitaba la posibilidad de incorporar obras que por su envergadura son imposibles de afrontar con presupuesto propio, hoy se encuentran paralizadas sin certezas ni información de continuidad.

En el documento también se aclara que más del 90 por ciento de lo que el Estado invierte en la Educación Superior se destina al pago de salarios de quienes trabajan como docentes y nodocentes en las universidades. Por ese motivo es que se exigen paritarias libres y sin techo que garanticen salarios acordes a la situación inflacionaria y que permitan recuperar con urgencia lo que se ha perdido. “Sin salarios dignos de docentes y nodocentes, la universidad pública es inviable”, resalta el texto. 

También se menciona que los sectores científico-tecnológicos y de investigación nacionales atraviesan uno de los momentos más críticos de su historia. “A través de las universidades y centros de investigación distribuidos federalmente, la Argentina se ha caracterizado por ser una referencia de ciencia y tecnología en el mundo entero, dotando de desarrollos de punta y profesionales de excelencia al sector público y privado”, indica el documento compartido. A la vez que resalta que la ciencia y la tecnología forman parte de la universidad pública ya que la investigación es uno de sus pilares. “Muchas investigadoras e investigadores no llegan a fin de mes y carecen de información cierta sobre la posibilidad de continuar con sus proyectos por los recortes en CONICET, así como en Institutos dependientes de las universidades. La ciencia y tecnología son aspectos sustanciales para la producción de soberanía, desarrollo y progreso”, agregan.

Además, se indica que el desfinanciamiento de la universidad y el sistema científico va en desmedro de los declamados objetivos de lograr el crecimiento económico. Defienden el acceso a la educación superior pública como un derecho y señalan: “Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder transformador de la universidad como formidable herramienta de movilidad social ascendente y en el aporte diferencial y sustantivo que la producción científica hace en la sociedad del conocimiento”. Al finalizar el texto se convoca a la sociedad argentina a defenderla y  afirman: “Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología”.