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Películas históricas del Chaco fueron rescatadas gracias a una investigación y se exhiben en el BAFICI
viernes 19 de abril de 2024
Tiempo estimado de lectura: 7 minutos
Moviola y una de las películas más emblemáticas de Jorge Castillo, Nosotros y los otros (1975) Fuente: Facebook de Jorge Castillo Miró.
Moviola y una de las películas más emblemáticas de Jorge Castillo, Nosotros y los otros (1975) Fuente: Facebook de Jorge Castillo Miró.

Si tenés poco tiempo, leé estas líneas:

. Filmes chaqueños realizados entre los ‘60 y ‘70 forman parte de una muestra organizada por el Museo del Cine en la 25 edición del Festival Internacional de Cine que inició esta semana.

. Zoo y Apología del dulce tiempo transcurrido, del recientemente fallecido cineasta y gestor cultural, Jorge Castillo Miró, son algunas de las obras. Referentes de distintos ámbitos lo despiden como un maestro de varias generaciones.

. Varias películas fueron recuperadas por el investigador del Conicet Franco Passarelli en el Núcleo de Estudios sobre la imagen del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (UNNE-Conicet).


Por Ángeles D´Aveta

Esta nota empezaba de otro modo. Pero la memoria y el agradecimiento deben ser  uno de los pocos gestos que como humanos tenemos ante la muerte. Y el 18 de abril nos enteramos del fallecimiento del  cineasta, psicólogo, ambientalista y gestor cultural Jorge Castillo Miró. Quienes trabajaron con él en el Núcleo de Estudios y Documentación de la Imagen (NEDIM-IIGHI-CONICET) lo recuerdan por su “capacidad de asombro permanente, sus ganas de aprender un poco más cada día y sus risas ante cada nueva película digitalizada”. Franco Passarelli, quien contribuyó a digitalizar varias de sus producciones de los años ‘60 y ‘70, escribe: “Siempre será un referente indispensable. Seguiremos trabajando por el camino que nos marcó”. Desde el Archivo de la Memoria Audiovisual del Nordeste, señalan que “con su sensibilidad y rebeldía generó no solo una obra única, sino que también hizo grandes esfuerzos para asegurar la preservación fílmica digitalizando sus películas y generando un archivo de directores locales que mantenía muy actualizado”. 

Castillo nació en Resistencia en 1946 y se formó como psicólogo en Rosario. Su obra audiovisual incluye la ficción, el documental, la experimentación y la animación. La más reconocida es la película Nosotros y Los Otros, de 1975. También escribió, entre otros libros, Cine Argentino e Identidad Cultural (2003); Crisanto Dominguez ¿El que soñaba con París? (2011). Había convertido parte de su casa en un centro cultural, en el que proyectaba películas de distintas épocas y formaba públicos. La videoteca del Departamento de Cine y Audiovisual de Chaco lleva su nombre. Junto al cine y al patrimonio cultural, toda su vida estuvo ligada a la defensa del ambiente, especialmente el ecosistema del río Negro y a la promoción de los derechos humanos. En todos esos ámbitos, los cuales Castillo entendió como pocos que no pueden circular por separado, está presente hoy la tristeza ante la pérdida y el agradecimiento por un inmenso legado.

MUSEO DEL CINE

Castillo murió dos días antes del estreno de Contornos de la Memoria, el ciclo en el que se incluyen históricas producciones audiovisuales realizadas en Chaco, Corrientes, La Rioja y Neuquén, en el marco de la 25 edición de uno de los festivales de cine más importantes de Latinoamérica. La selección de cortos y largometrajes que da cuenta de parte de la historia del audiovisual en distintas provincias, está organizada por el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken. El programa está dividido en “Pioneros” y “Experimentaciones fílmicas”, que agrupa, por un lado, obras de los primeros realizadores, y por otro, la conjunción entre filmes históricos y contemporáneos que comparten una búsqueda experimental. 

“Si bien no establecimos reglas rígidas para ambas definiciones, usamos estos conceptos como disparadores para el proceso de selección de obras, que no buscaba ser exhaustiva sino más bien señalar un panorama general”, explicó a Prisma TIC el investigador y cineasta Leandro Varela, a cargo de la programación del ciclo.  Además de Varela trabajó en la programación Hernán Ocampo, encargado del proyecto Memoria Fílmica de La Rioja. 

“Decidimos seleccionar para este ciclo «Zoo«, «Apología del dulce tiempo transcurrido«, ambas de Jorge Castillo Miró y «En busca de San la Muerte«, de Jorge Ott y Mario Molina y Vedia. Nos interesaba la figura de Castillo por su obra y por los elementos experimentales que incorporó en las películas seleccionadas y por su trabajo en preservación fílmica”, explicó Varela. “Además de realizar películas en súper 8, Castillo digitalizó algunas de sus obras y guardó un archivo sobre realizadores locales”. En cuanto a la obra de Ott, subrayó su temática y recursos estéticos. 

Varela integra también AMANEA, junto a Agustina Wetzel y Joaquín Pedretti, desde donde catalogaron otra de las producciones que se podrán ver: “Mis impresiones del Iberá” (1971), del polaco Tadeo Bornoswy, quien trabajó en el mítico noticiero Sucesos Argentinos entre 1938 y 1972. 

El director explica que las obras elegidas fueron expuestas en encuentros previos pero con otra selección, ya sea en el Museo del Cine o en eventos como el Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, «La obra en obra», en Santa Fe, «Archivos x afectos», en Resistencia, la muestra «Beija Flor», hecha en en Corrientes o “La semana del cine”, en Salta.

TRABAJO DE HORMIGA

Las películas de Chaco fueron recuperadas como parte del proyecto «Pioneros del cine chaqueño», a cargo de Passarelli, con la colaboración técnica del Museo del Cine. Sus investigaciones giran en torno a producciones documentales y etnográficas de las décadas del ‘60 y ‘70 y se realizan en el NEDIM, equipo que tiene su sede de trabajo en el Instituto de Investigaciones Geohistóricas, en Resistencia, y depende en forma conjunta de la UNNE y el CONICET.    

Passarelli cuenta a Prisma TIC que su trabajo en la recuperación de archivos es parte de una tarea de búsqueda artesanal y en la que se avanza a “paso de hormiga”, ya que la falta de una cinemateca de carácter federal hace que muchas producciones estén “desperdigadas, olvidadas entre muebles de casas particulares, y algunas incluso bastante deterioradas”.    

La articulación para crear archivos en distintas provincias, si bien es incipiente aún, parte de compartir problemáticas comunes en distintos eventos y festivales. Entre esas dificultades menciona la falta de espacios para el resguardo de las producciones de todo el país. “Hay muchas películas perdidas o deterioradas por el paso del tiempo en distintos lugares de Argentina”, sostiene Passarelli.  

En muchos casos su rol oficia de nexo con el Museo del Cine para la digitalización de las cintas, ya que muchas fueron filmadas con los antiguas cintas celuloide súper 8 o en 16 milímetros. Espera que en un futuro no muy lejano pueda hacer la catalogación y disponer de los archivos para el acceso libre en forma digital, ya que es un material valioso para la memoria histórica y cultural de la provincia. Aunque señala que en el actual contexto de desfinanciamiento del sistema científico y cultural todo el proceso “se hace realmente muy difícil”.  

PROGRAMA

Las producciones que se muestran en el BACIFI como parte de Pioneros, el 20 y 27 de abril, a las 16 y 18 horas, respectivamente, son: La escuelita de los cerros (Hermes Quintana, 1969); Zoo (Jorge Castillo, 1969); Mis impresiones del Iberá (Tadeo Bortnowski, 1971); El mosquito (Juan Oliva); El caminante (Pedro Bravo, 1958); El colibrí de cola larga (Francisco Contino) y En busca de San la Muerte (Jorge Ott y Molina y Vedia, 1972).

En la selección Experimentaciones fílmicas, el 21 y 28 de abril, a las 18 horas, se incluyen: Hornaditas (Julio Fermepin, 2014); Apología del dulce tiempo transcurrido (Jorge Castillo, 1969); Corriente (Julio Fermepin, 2017); Santos Ruteros (Juan Ignacio Slobayen, 2022); La raíz de lo ligero (Juan Ignacio Slobayen, 2018); Bongo Rock (Luis Bras, 1969); Claudia y yo (Jorge Prelorán, 1966); La cumparsita (Bernardo Vides Almonacid); La guerra y la paz (Hermes Quintana, 1967)El Museo del Cine está ubicado en Agustín R. Caffarena 51, del barrio de La Boca, en CABA. Además del Nedim y AMANEA, las obras fueron resguardadas desde organismos como el Archivo Fernando Birri; la Casa de Fernando Birri del Ministerio de Cultura de Santa Fe; la Biblioteca Histórica de Salta, el Centro Cultural Ercilio Castillo de Chaco; el Departamento de Documentación de la Escuela Universitaria de Cine, Video y Televisión de la Universidad Nacional de Tucuman, el Fondo Nacional de las Artes y los aportes de familiares de sus realizadores.

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