Por Claudia Araujo

Esta semana se difundieron los resultados del primer censo argentino de empresas y startups bio y nano. El principal dato es que existen 381 compañías de las cuales 340 son biotecnológicas y 41 nanotecnológicas. La cifra ubica al país entre los diez con mayor desarrollo biotecnológico en el mundo.  

Si bien los principales polos tecnológicos se concentran en el centro de la Argentina, en el Chaco hay dos emprendimientos, junto con Salta y Santiago del Estero. En la región Litoral Misiones y Entre Ríos tienen cuatro, mientras que si se mira la región norte, Formosa y Jujuy participan con uno en cada provincia.  

Del total de empresas biotecnológicas del país la provincia de Buenos Aires se encuentra a la vanguardia con el 28%, le siguen la Ciudad de Buenos Aires (25%), Santa Fe (22%) y Córdoba (15%).   

A QUÉ AREAS SE DEDICAN

Cada firma destina su trabajo de investigación a la provisión de productos y servicios en una diversidad de campos de desarrollo: desde salud humana a la energía y los recursos naturales.  

Las empresas de biotecnología se enfocan en aplicaciones: agropecuaria (77), para la salud humana (73) y el procesamiento industrial (41). Les siguen la salud animal (34), ambiente, energía y recursos naturales (26); y aplicaciones no específicas (20), que se complementan con otros servicios (29).

En la nanotecnología, la salud humana está al frente (13), seguida por la agroindustria (7), ambiente, energía y recursos naturales (6), procesamiento industrial (6), salud animal (5), industria química, petroquímica y materiales biobasados y/o biodegradables (5), y electrónica y aplicaciones no específicas (1).

Las biotecnológicas se dedican mayoritariamente a: ADN-r, proteínas y moléculas, cultivo de células y tejidos, ingeniería, biotecnologías de proceso, vectores génicos y ARN, y bioinformática. Mientras que las nanotecnológicas se especializan en: síntesis química, producción bacteriana, obtención de nanomateriales, nanoencapsulado, ingeniería para la aplicación superficial, micromolienda, técnicas avanzadas de caracterización, y manobiotecnologías.

SON MUY JÓVENES  

El censo permitió captar la expansión reciente de la biotecnología en la Argentina, considerando que el 43% de las firmas del sector (146 empresas) tiene menos de siete años de vida.

El relevamiento nacional fue realizado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), el Consejo Federal de Inversiones y el Centro de Investigaciones para la Transformación de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

CON RÉDITOS ECONÓMICOS

La información obtenida identifica una relación entre compañías y ciencia y tecnológica con universidades públicas nacionales (42%) y con la red Conicet (46%). Esas vinculaciones contienen codesarrollos I+D, testeos, pruebas y/o ensayos de producto, acceso a equipamiento o infraestructura y transferencia tecnológica.

La relación generó réditos económicos como las ventas en biotecnología argentina durante 2022 por U$S 1.323 millones, exportaciones por U$S 216 millones y alcanzando los 19.821 puestos de trabajo, de los cuales 2.072 son personal dedicado exclusivamente a investigación y desarrollo. Las empresas nanotecnológicas facturaron U$S 88 millones y exportaron cerca de U$S 5 millones, con 961 puestos de los cuales 117 son de actividades de I+D.

PROS Y CONTRAS

Entre los factores “percibidos como obstáculos a la innovación” de 2020 a 2022 se destacan “el contexto macroeconómico y las dificultades de acceso a insumos importados no producidos en el país (85%), el acceso a financiar la innovación (73%) y a la infraestructura adecuada para la I+D o el escalado productivo (62%), así como también dificultades regulatorias (60%) por largos tiempos de aprobación de productos y registros y sus altos costos”.

El informe también reveló que las empresas emplean a más de 20 mil personas y el 27% del personal que trabaja en biotecnología tiene al menos un título de grado universitario, el 6% tiene título de doctor y otro 6% tiene otros títulos de posgrado (maestrías y/o especializaciones). “Estos datos reafirman que la biotecnología se posiciona como una de las actividades que más puestos de trabajo genera en actividades de investigación y desarrollo de la denominada Economía del Conocimiento y de mayor calificación”, resaltaron en el documento.