PrismaTIC
Seguinos en:
LinkedIn
Facebook
Instagram
Twitter
Un grupo de investigación del Chaco identificó los errores más frecuentes en la cobertura periodística de los casos de femicidio
jueves 07 de diciembre de 2023
Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
Imagen ilustrativa.

Si tenés poco tiempo, leé estas líneas:

• El inédito trabajo aporta elementos de análisis para futuras políticas públicas y da sugerencias para la correcta cobertura periodística.

• El estudio forma parte de una investigación mayor que involucró a profesionales de otras disciplinas como el derecho, la cartografía y la asistencia social.

• El capítulo aparte amerita el tratamiento de la imagen con representaciones gráficas y un audiovisual con testimonios de protagonistas de las noticias.


Por Claudia Araujo

Un grupo de investigación en Ciencias Sociales hizo un análisis integral de las políticas públicas en géneros y del abordaje de los femicidios en medios de comunicación. El estudio de los crímenes ocurridos en el Chaco en un periodo de diez años generó una producción escrita de 140 páginas. Las conclusiones se presentaron durante una jornada científica en la sede del Conicet en Resistencia y continuó al día siguiente con una muestra documental y artística en el Centro Cultural Alternativo (Cecual). Prisma TIC presenció los dos días de exposiciones: 27 y 28 de noviembre, de principio a fin.

Cecilia Acosta, Patricia Galván, Claudia Araujo y Alejandro Silva Fernández.

Guadalupe Arqueros, Alejandro Silva Fernández y Sofía Benítez coordinaron el equipo compuesto por Cecilia Acosta, Claudia Araujo, Mercedes Benoist, Cristian Da Silva, Alice Figueredo, Patricia Galván, Luciana Genero, Josefina Lens, Alejandra Muñoz y Pamela Soto. El proyecto fue impulsado por el Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI), la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros y de la Unidad de Coordinación, Seguimiento y Monitoreo de Políticas para la Igualdad, de la Vicegobernación del Chaco, con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

PUNTO DE PARTIDA

El análisis sobre el rol de la comunicación en el sector privado expuso la necesidad de que más periodistas de la provincia incorporen herramientas que hoy no tienen para abordar la problemática de los femicidios y transfemicidios. También puso en evidencia la falta de contextualización de la violencia en el 75% de las publicaciones y una forma de construir narrativas con fuentes de información que terminan reproduciendo una misma línea de cobertura mediática. A esas conclusiones se llegó después de un año de seguimiento de noticias sobre 130 casos ocurridos en el Chaco.

Teniendo en cuenta desde cuándo se presenta ese nuevo tipo de crimen en las noticias, se tomó su incorporación en el Código Penal, por ley (26.791) en diciembre de 2012. La figura del homicidio agravado con violencia por razones de género marcó un antes y un después en los casos extremos y cruentos. Para el relevamiento se eligieron diarios impresos y digitales del Chaco, de provincias limítrofes y medios nacionales. La información abarca búsquedas, asesinatos, denuncias públicas o movilización de familiares y el proceso judicial a imputados.    

CIFRAS REVELADORAS 

La lectura de casi 1.800 textos periodísticos permitió hallar 135 casos potenciales, de los cuales quedaron 130 consolidados en el listado final. Al definirse una tipología de víctimas se pudo identificar que ocho de diez fueron femicidios directos (85,4 %) es decir, que fueron consumados por la pareja o expareja. En menor proporción le siguen los vinculados, que son víctimas indirectas, y ubican en primer lugar a hombres (6,2 %), luego a niñas (3,8%) y por último a otras mujeres y niños (con el 1,5% respectivamente). Este último grupo iguala en porcentaje al de travesticidios y transfemicidios.

Para dimensionar el impacto de la problemática en la vida familiar y social es revelador el dato de las dos embarazadas asesinadas y los 122 niños que perdieron a su madre. Una mirada sobre los vínculos muestra que seis de diez femicidas fueron pareja o expareja de su víctima, y uno de diez era un pariente. Mientras que los espacios de peligrosidad son una radiografía de lo que no se ve a simple vista: la mitad de los femicidios se cometieron en el lugar de residencia de la víctima o en la vivienda familiar, y en uno de diez, en la casa del agresor.     

PARTE DEL PROBLEMA

Los investigadores también vieron que en el abordaje mediático se evidenciaba cierta naturalización de la violencia. Durante las jornadas de investigación y reflexión el doctor Silva Fernández mencionó que entre los problemas encontrados había cuestionamientos a conductas de las víctimas, corriendo el eje de responsabilidad del victimario. Otros dos puntos preocupantes son las justificaciones al agresor y sus motivaciones, como el amor, la pasión o los celos; y los detalles morbosos que se enfocan más en llamar la atención de las audiencias que en el trasfondo del hecho.

A pesar de que en las redacciones se apela como fuentes de información a la Policía en nueve de diez casos y a la Justicia en cuatro de diez, es llamativa la ausencia de información útil como las líneas de ayuda, formas de denunciar o pedir asistencia en el 97 % de las publicaciones. En la construcción de las noticias fue posible contrastar cómo en apenas el 25 % del total se encuentran expresiones de personas del entorno de la víctima. Mientras que en otro 11 % los periodistas reflejaron la mirada de organizaciones de la sociedad civil (6 %) y de otras fuentes (5 %).

HACIA EL FUTURO  

Hacia el final de las exposiciones del equipo, integrado en su mayoría por mujeres, se compartieron recomendaciones para el abordaje de los femicidios. En el futuro se impone la necesidad de contextualizar la violencia por motivos de género, incorporando el uso del término femicidio e incluyendo siempre información sobre las vías para pedir ayuda o denunciar situaciones de violencia. Los investigadores también enfatizaron que se evite la espectacularización y el sensacionalismo en las coberturas de ese tipo de casos sin difundir información íntima de la víctima, protegiendo la ubicación de domicilios y la identificación de hijos pequeños. 

El trabajo está en línea con otras recomendaciones nacionales, como la Guía para el Tratamiento Mediático Responsable de Casos de Violencia contra las Mujeres.

COMPARTÍ ESTA NOTA:
Facebook
Twitter