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El Inipta es uno de los institutos del Chaco que se enorgullece de ser parte de la red del Conicet
martes 02 de abril de 2024
Tiempo estimado de lectura: 6 minutos

Si tenés poco tiempo, leé estas líneas:

• Los proyectos de estudio del Instituto de Investigaciones en Procesos Tecnológicos Avanzados (Inipta) también contienen aplicaciones en nanotecnología.

• El Instituto se creó hace cinco años, es una de las instituciones más jóvenes de la región.

• Con sede en Presidencia Roque Sáenz Peña es un centro de doble dependencia; de la Uncaus y del Conicet.


Por Claudia Araujo

El Instituto de Investigaciones en Procesos Tecnológicos Avanzados (Inipta) comenzó a funcionar en agosto de 2019 en Presidencia Roque Sáenz Peña con apoyo de instituciones de trayectoria. El centro tiene doble dependencia: la Universidad del Chaco Austral (Uncaus) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). La directora es la doctora en Ingeniería Nora Okulik, quien remarcó el valor de ser parte del Conicet, una institución con gran prestigio internacional.

Como otros centros dedicados a la ciencia y la tecnología en la provincia, el Inipta enfoca sus investigaciones en sintonía con los requerimientos locales. “Es nuestra misión fundamental, no queremos que la investigación sea puertas adentro, queremos articularla con las necesidades que nos marca la región”, sostiene a Prisma TIC la ingeniera agroindustrial. Sobre prioridades y lineamientos responde que hay grupos de temáticas.

Dosis para el Chagas

En nanomedicina un grupo de investigadores busca superar las desventajas de una medicación, con una mejora biofarmacéutica. La explicación más didáctica toma el caso de un compuesto que se utiliza para tratar la enfermedad de Chagas – Mazza. Como ese medicamento no es totalmente tolerado por una parte de la población infantil, se estudian otras posibilidades de eficiencia. La línea principal de investigación en el instituto de Sáenz Peña se enfoca en lograr que las dosis para adultos se puedan adaptar al uso pediátrico. 

Para determinar cantidades lo habitual es usar proporciones a partir del peso, y al tratarse de un comprimido se lo muele, divide y usa en fracción. Si un niño está internado en un hospital el personal médico y de enfermería se encarga de ese procedimiento. Pero no es tan sencillo para una mamá o papá, una vez que el paciente continúa el tratamiento en su casa. Entonces hace falta contar con una formulación pediátrica específica y obtenerla es una de las metas buscadas. “Si bien nos formamos en varias líneas, hoy tratamos de dirigir las investigaciones hacia aspectos detectados desde esa visión”, sintetiza Okulik. 

Nora Okulik fue elegida directora del Inipta en 2021.

VinculAr y mundo vegetal

Hace un año el organismo provincial desarrolla un proyecto financiado por Conicet que se llama VinculAr 2023 y le permite contactar a empresas de la región para futuros desarrollos. En alianza con el Instituto Chaqueño de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICCTI) el Inipta cuenta con una base de datos de empresas a las que les muestra a qué se dedica. La directora explica que en función de intereses y posibilidades, se analizan formar “de ir articulando las investigaciones hacia las necesidades de la región”.

En farmacología los estudios se orientan hacia la fitomedicina, que es la valoración de especies herbales locales para su uso en productos cosméticos o en fitoterapia. La selección de algunas plantas con propiedades popularmente conocidas abre el camino hacia un trabajo científico que busca probar de qué están compuestas y cuáles son sus beneficios, en un intento de valorar nuestra flora autóctona. Okulik apela a una situación cotidiana: “Hay personas que dicen ‘esto se usa para bajar la insulina’ y los científicos del Inipta extraen productos de esa planta, hacen las pruebas que corresponden para analizar si es así”. 

Recomendación: más sobre el trabajo en el Herbario de la Uncaus. 

Tecnología de alimentos

Dentro del área de tecnología de alimentos, hay varios subgrupos de trabajo. Por ejemplo menciona a un equipo de investigadores dedicado a cultivos microbianos autóctonos en chacinados. En ese caso se estudia el aporte de los microorganismos necesarios para que un producto tradicional pueda mantener ciertas características locales. “Se encontró qué le da cierta característica a un salamín que se produce en Sáenz Peña y de otras localidades. La idea es mantener y analizar lo que siempre se hizo por tradición”.

Otra línea dentro de la misma área abarca a quienes estudian los metabolitos de interés industrial como el biofilm, para la protección de alimentos. Con raíces en las ingenierías también están los trabajos en biorrefinería, una especialidad dedicada al procesamiento sustentable. En el caso puntual de un grupo de Sáenz Peña la atención se orienta a producir compuestos químicos derivados de biomasa. “Aquí estarían los ingenieros químicos, fundamentalmente”, menciona Okulik sobre un trabajo que reúne a becarios y profesionales de otras ramas.

La ingeniera agroindustrial valora haberse formado en instituciones de gran trayectoria en la provincia, para especializarse después fuera de los límites del Chaco. En la Universidad Nacional de La Plata obtuvo su doctorado y como ella, sus pares empezaron la carrera científica con temas de interés que se definieron en universidades de Buenos Aires o de Córdoba. Hoy en el joven instituto chaqueño la investigadora independiente del Conicet subraya que becarios y estudiantes proponen tesis en líneas de trabajo que se fueron orientando hacia realidades más próximas, del nordeste argentino. 

La primera unidad ejecutora de doble dependencia se habilitó en 2019.

Desde el origen

El instituto se constituyó a partir de los campos de estudio de Ingeniería y de Farmacia, las carreras tradicionales de la Facultad de la Agroindustrias que heredó la Uncaus. La creación de cargos dio lugar a quienes después fueron progresando en la carrera científica del Conicet: investigador asistente, adjunto, independiente y principal. “Hoy tenemos 16 investigadores en las categorías asistente, adjunto e independiente. Aún no tenemos categorías superiores, y tenemos 11 becarios doctorales y postdoctorales. Todos con beca cofinanciada con la provincia y articulando líneas prioritarias de investigación.   

Los becarios son mayoritariamente ingenieros y farmacéuticos, más algunos licenciados en Biotecnología. En el futuro se espera la incorporación de perfiles de otras carreras como Sociología, que puedan aportar recursos en relevamientos de información, entre otros aspectos. Por cada innovación tecnológica Okulik acompaña otros aspectos: como las consecuencias de introducir un nuevo producto en el mercado. “Tenemos contadores en la universidad que también pueden analizar el impacto social, es una visión a futuro para incorporar investigadores de otras orientaciones”, dice.

De ahí que insista en poner el acento en lo propio: “Tenemos la decisión de no hacer investigaciones aisladas, sino que puedan ser útiles al desarrollo de nuestra región. Por eso insistimos tanto en la articulación con otras instituciones locales y con el gobierno provincial”.

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